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Las selecciones de México y Uruguay abrieron su participación en la Copa América Centenario con el más trepidante partido hasta el momento en el torneo, un disputado encuentro que sacó chispas y también varias tarjetas por la intensidad del juego.
Jugando en el estadio de la Universidad de Arizona, los mexicanos tenían mayoritariamente a la afición de su lado, quienes estallaron en júbilo apenas a los tres minutos de partido, cuando Andrés Guardado se robó el balón y metió un centro preciso para que Héctor Herrera mandara el balón al fondo de las redes de Uruguay, poniendo en ventaja tempranera a la selección azteca.
Esto le dio gran confianza al equipo dirigido por el colombiano Juan Carlos Osorio, quien dominó prácticamente toda la primera mitad; manteniendo notoriamente más tiempo el balón y generando también las mejores llegadas de peligro.
Al final de la primera mitad se registró una expulsión por doble amarilla a Matías Vecino volante de Uruguay, quien se quedaba con desventaja para la segunda parte.
No obstante para el segundo episodio la selección uruguaya empezó a encontrarse mejor en el campo, y generando cada vez más peligro sobre la meta de Talavera; dicha presión propició la expulsión de Guardado por doble amarilla, y un minuto después llegaría el empate charrúa a través de un cabezazo del eterno Godín.
Sin embargo México no bajaría los brazos y a 5 minutos del final el capitán Rafa Márquez anotaría con potente disparo el gol que ponía en ventaja a los mexicanos; diferencia que se incrementaría en tiempo de compensación, cuando Raúl Jiménez recién ingresado al campo ponía un pase de gol que de forma precisa concretaría nuevamente Héctor Herrera, para darle la victoria al equipo mexicano por 3 goles a 1.
Los charrúas le recriminaron al árbitro con gran ímpetu una supuesta falta de Márquez en la jugada de su gol. Con este marcador México se posiciona como primer lugar del grupo C.
